El término seguridad alimentaria está estrechamente ligado a la historia de los intentos por eliminar el hambre y la pobreza en el mundo. De ese modo, el concepto de la seguridad alimentaria se ha afianzado, en tiempos recientes, como un derecho universal. La Cumbre Mundial de la Alimentación organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) en el año 1996 instaló el tema en la agenda internacional y se consolidó definitivamente en la segunda Cumbre del 2002. Reconociendo un enfoque multidisciplinario, se acordó que seguridad alimentaria existe “…cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias a fin de llevar una vida sana y activa”. Es decir, la seguridad alimentaria debería tener tres objetivos específicos: asegurar una producción adecuada de alimentos; maximizar la estabilidad de la oferta y asegurar el acceso a la oferta disponible por parte de quienes lo necesitaran.
En ese sentido, la seguridad alimentaria y el comercio deben ser y de hecho son un objetivo central de las políticas públicas en casi todos los países de América Latina y muy especialmente de aquéllos que por ser importadores netos de los principales commodities alimentarios son más vulnerables a la volatilidad de los precios en el mercado internacional o los potenciales cambios en las condiciones del comercio internacional.
Más recientemente un nuevo elemento, la creciente variabilidad de fenómenos climáticos provocada por el cambio climático, está afectando la compleja relación que existe entre la seguridad alimentaria y el comercio, creando nuevas dificultades y desafíos.
Esta iniciativa se destina a analizar las relaciones entre seguridad alimentaria, comercio y cambio climático, los cuales se articulan entre sí a través de la producción agropecuaria. El objetivo principal es identificar las principales interrelaciones que hay entre los tres temas, examinar las más importantes desde el punto de vista de interpretar los fenómenos subyacentes.